A través del agua que recogen, nuestras plantas absorben nutrientes y promueve las reacciones químicas en la raíz y en el suelo, jugando un papel fundamental en la fotosíntesis y el intercambio iónico en el suelo.
El agua es uno de los recursos más importantes para el cultivo de plantas, y la marihuana no es una excepción. Sin embargo, el agua utilizada puede variar en sus propiedades, y una de las clasificaciones más comunes del agua se basa en su dureza: Aguas duras y aguas blandas. Aunque no es la única característica diferencial.
Características del agua de riego, ya sea dura o blanda
El agua posee diferentes características que afectan a su calidad y al cultivo. Entre ellas destacan el pH del agua (alcalinidad del agua), la EC (electro conductividad) y la dureza, que está íntimamente ligada a la EC como ahora veremos.
Estos factores influyen positiva o negativamente en el desarrollo de la planta. Comprenderlos y usarlos a nuestro favor es muy sencillo, veréis.
Salinidad o EC del agua
La salinidad o EC (electro conductividad) del agua es la cantidad de sales disueltas en el agua. Para medir estos valores y hacernos una idea de cuál es la cantidad de sales o salinidad de nuestra agua, utilizamos los medidores de EC.
La salinidad de nuestra agua de riego nos dirá la cantidad de nutrientes exactos que podemos aportar a la planta sin que se produzca un exceso de sales en las raíces. Una información muy valiosa cuando tratamos con plantas de ciclo corto donde queremos conseguir la más alta producción y calidad.
Además, el EC del agua juega un papel muy importante en la acumulación de sales en el sustrato, especialmente en las raíces. Estas acumulaciones pueden llegar a bloquear la entrada de agua y otros nutrientes debido a la acumulación tras largos períodos de sequía. Lo que provoca que las sales se solidifiquen creando una especie de barrera.
Por eso vemos en cada tabla de cultivo lavados de raíces periódicos durante el cultivo, para mitigar o solventar este problema.
El agua contiene muchas sales que la planta no aprovecha e incluso algunos que pueden mermar la producción y la calidad. Por ello los cultivadores prefieren partir de agua blanda con una EC de entre 0 y 0,4 mS para poder añadir los nutrientes exactos, que es como se consiguen los mejores resultados.
Un medidor de EC te permitirá saber si el agua que estas obteniendo es apta para el cultivo. Normalmente las aguas con una EC superior a 1,0 mS no son muy buenas para el cultivo y necesitarán de un filtro de ósmosis para reducir o eliminar la cantidad de sales del agua. Esto mejorará enormemente la calidad y cantidad del cultivo.
Los filtros de ósmosis se utilizan para separar sales y otros elementos no aprovechables del agua. El agua de ósmosis/destilada es los más parecido a agua pura que podemos conseguir. Los filtros de ósmosis funcionan a través de un sistema de membranas que va recogiendo sales y otros elementos tóxicos separándolos del agua. Así obtenemos un agua limpia sin sales ni restos químicos como el cloro.
Puedes consultar este artículo si quieres saber más sobre la electro conductividad en el agua de riego
Dureza del agua: agua dura y agua blanda
Según la cantidad de sales minerales disueltas en el agua, esta puede ser agua dura o agua blanda. Se considera agua blanda la que tiene poca cantidad de sales disueltas, normalmente menos de 0,4 de EC. Mientras que las aguas duras son las que sobrepasan esos valores. Vamos a ver los tipos de agua dura y agua blanda, sus diferencias y características.
Agua dura
Se considera que un agua dura cuando contiene más de 400 μS/cm en sales. El ejemplo más común lo encontramos en el agua del grifo, que es un agua dura. Dependiendo de la zona y las instalaciones el agua ronda los 600 μS/cm, llegando a valores más altos y bajos en algunas zonas.
No quiere decir que esta agua sea mala ni mucho menos, pero si que tiene más cantidad de sales disueltas en el agua. En un cultivo de marihuana, y de cualquier planta, esto conlleva que le estamos aportando más cantidades de sales de las necesarias, que le podríamos aportar de nutrientes útiles para la planta.
Muchas de estas sales minerales, como el calcio, potasio o magnesio, son necesarias para la planta y otras como el cloro no. En sistemas de riego con agua blanda es necesario ajustar la cantidad de estas sales para no generar carencias a la planta. Cosa que no hay que hacer con el agua dura.
Agua blanda
El agua blanda es un tipo de agua que se diferencia de otras porque tiene menos minerales disueltos en ella, así que podríamos decir que es más «pura». También podríamos decir que es mejor, ya que presenta más ventajas que un agua dura, tanto para el cultivo como en el ámbito personal.
Un agua blanda es mejor para nuestros riñones, no tienen un exceso de sales que nos sea perjudicial para nuestro organismo. Ducharse con agua blanda es mucho mejor, pues te reseca mucho menos la piel. Fíjate como un agua saturada en sales minerales como el agua de mar te obliga a ducharte para quitarte esas sales para que no acaben irritando la piel.
Los niveles de electro conductividad en el agua blanda suelen estar entre los 100 y 400 μS/cm, dependiendo del agua o del filtro de osmosis. Un claro ejemplo son las aguas minerales embotelladas, todas tienen una cantidad de sales, por pequeña que sea. Ahora en el siguiente tipo de agua veremos porque son importantes esas sales.
El agua blanda no suele contener altas concentraciones de bicarbonatos, por lo que el pH será más bajo de lo normal y quizá incluso tengas que subir el pH si los abonos no lo corrigen. Algo impensable con las aguas del grifo que tenemos en España.
El agua blanda tampoco contiene altas concentraciones de calcio y magnesio, por lo que si usas este tipo de aguas, es necesario que añadir algún suplemento a base de Calcio y Magnesio para dejar los niveles aceptables para la planta.
Hay muchos fertilizantes para estos casos, que con echarles la dosificación que dice el fabricante bastará para conseguir esos niveles óptimos de Ca y Mg soluble y asimilable por la planta.
Agua destilada
Si clasificamos el agua por su dureza, existe un tercer tipo de agua que también podemos usar para el riego, aunque con algunos peros. Al igual que el beberla.
Como ya hemos visto, el agua contiene sales disueltas en el agua. Muchas de ellas son necesarias para nuestro organismo, vitales. De hecho, beber agua destilada durante mucho tiempo podría causar un desajuste en los minerales de nuestro cuerpo disminuyendo su cantidad, lo que puede ser peligroso. Por eso no se recomienda beber agua destilada.
Sin embargo, en el tema del riego a plantas es distinto. Un agua destilada nos permite partir de un punto 0,0 μS/cm y ajustar el nivel de sales a nuestro gusto. Como hemos dicho, es necesario hacer un aporte de Calcio y Magnesio a la mezcla del agua del riego para marihuana para aportar esos nutrientes a la planta.
Además, los fertilizantes para marihuana llevan otros micro y macro nutrientes optimizados para cada etapa de desarrollo de la planta. De esta manera le damos a la planta solo lo que necesita para poder transformarlo en energía para sus procesos vitales.
pH del agua de riego
El pH del agua de riego es una medida que indica si el agua es ácida, neutra o alcalina. El pH es importante para el cultivo de plantas porque influye en la disponibilidad de los nutrientes esenciales y afecta la salud y el desarrollo de las plantas.
A mi me gusta compararlo como la sal en un plato de sopa. Por mucha hambre que tengas, si al plato le hecho dos puñados de sal, no te lo podrás comer. Algo parecido que si está soso, pronto te cansarás de el. Pues algo parecido pasa con el pH de agua, pero en vez de gustos, se trata de poder absorberlo el nutriente o no.
Ajustando el pH del agua de riego conseguimos aumentar la cantidad de micro y macronutrientes que puede recoger la planta. Es como las cremas de manos. Hace tiempo eran pringosas y tardaban un montón en secarse. Hoy en día llevan el pH ajustado y en pocos minutos nuestra piel ha absorbido la crema. Exactamente lo mismo que pasa con las raíces y los nutrientes con un pH ajustado.
Si quieres más información acerca del ph del agua, puedes visitar este otro artículo sobre el pH del agua de riego y como tenerlo controlado
Tóxicos en el agua
Existen algunos elementos y también microorganismos que pueden resultar tóxicos para las plantas, afectando negativamente a su desarrollo. Entre las sales más comunes que producen toxicidad en grandes proporciones encontramos el cloro, el sodio y el boro.
Incluso en el caso del sodio, aparte de ser tóxico para la planta, si este supera en 3 veces al calcio, la estructura del suelo se altera perdiendo las características del suelo. Lo que también produciría cambios en el pH del sustrato o bloqueos de nutrientes. Esto suele ser algo común con sustratos de coco de baja calidad que no están debidamente lavados.
También hay que tener en cuenta los metales pesados que pudiera contener el agua. Los metales pesados son perjudiciales para las plantas debido a su toxicidad, la cual les puede causar múltiples problemas como:
- Daños en las estructuras celulares de la planta
- Bloqueo de nutrientes
- Cambios en los procesos metabólicos de la planta
- Acumulación toxica de estos elementos en sus tejidos
Si cogemos el agua de una fuente externa, como el aparato del aire acondicionado o recogiendo agua de lluvia, esta además de suciedad, puede contener bacterias. Es importante en estos casos asegurarnos de darles a las plantas un agua limpia de bacterias, sino esas bacterias podrían acaban en pocas semanas con nuestras plantas.
Para ello se suele usar un ozonizador apto para agua con el que se consigue descontaminar el agua. Aunque no es la única forma. Aunque de manera más costosa, también se podría:
- Hervir el agua
- Añadir bactericidas como cloro o yodo
- Sistemas de purificación de agua
- Destilación
Diferencias entre agua dura y agua blanda
Como hemos podido comprobar, la mayor diferencia entre las aguas blandas y aguas duras reside en la cantidad de sales minerales disueltas en el agua, la electro conductividad. Aunque también es normal encontrar variaciones de pH de un tipo de agua a otra.
Con el agua blanda podemos aumentar la cantidad de abonos que le damos a la planta sin que llegue a saturarse. Esto se traduce en plantas más grandes con cosechas más abundantes.
Sin embargo, el uso de agua blanda conlleva que tengamos que usar suplementos de micronutrientes y medidores digitales de electro conductividad. Que aunque no son caros, suponen un paso más en la especialización del riego de nuestras plantas.
La gran mayoría de abonos para cannabis están diseñados para aguas duras, ya que es la más común en nuestro país. De esta manera se aseguran la correcta dosificación, y aunque utilizaras agua blanda, nunca llegarías a sobre fertilizar las plantas. Por eso, se hace imprescindible medir y controlar los valores de EC al utilizar agua blanda para el riego.
Ahora que hemos visto las diferencias entre agua dura y blanda, así como otros factores que contribuyen a la calidad del agua, ya estarás más familiarizado con el tema de los tipos de agua para el riego. Como ya hemos visto, con un agua blanda podemos intensificar la cantidad de nutrientes que aportamos a la planta, consiguiendo plantas más grandes y cosechas más abundantes.
Ahora, de nada sirve utilizar un agua blanda si no utilizas un medidor de EC para controlar y ajustar el nivel de fertilizantes en la mezcla para el riego. Pero si quieres dar un paso más en el cultivo de tus plantas de marihuana, seguro que notarás la diferencia.