Parece que se acerca el momento de legislar de una vez por todas la marihuana para que los aficionados al cannabis y las personas que necesitan de sus usos terapéuticos dejen de ser perseguidas como delincuentes. Esta aberración legal, que prohíbe una sustancia que se ha demostrado mucho menos perjudicial que otras que se consideran legales está en entredicho.
El primer paso es regular el cannabis medicinal ya que son muchas las personas que mejorarían su calidad de vida y la sociedad española está más que dispuesta a que esto suceda. Desde el Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo del Cannabis se está desarrollando una propuesta de ley para hacer que esto sea una realidad.
La evolución del mundo del cannabis es imparable. Nuevos usos y nuevas aplicaciones médicas amplían la base de personas que lo utilizan o que podrían utilizarlo para mejorar su salud y aumentar su bienestar. También en el uso recreativo. Desde alimentos a cremas hacen nuestra vida más agradable, sin poner en peligro a nadie ni perjudicarse la salud del usuario.
Por otro lado, las investigaciones científicas no dejan lugar a dudas de la escasa peligrosidad del consumo del cannabis. Su influencia sobre la salud humana y su entorno social son mínimas, y mucho menores que las de otras substancias que se venden de manera legal y que no son víctimas de campañas de desprestigio periódicas como lo es el cannabis.
Es desconcertante ver noticias en las que, de manera sensacionalista, hablan de los efectos secundarios de consumir nuestra querida planta, como son la somnolencia, mareo, bajadas de tensión (sobre todo si se mezcla con alcohol) y se relatan hechos en los que los protagonistas “tuvieron que ir al hospital” para acabar en el 100% de la ocasiones en un alta medica después de un rato, pues NUNCA ha muerto NADIE por sobredosis de cannabis. Incluso la Organización Mundial de la Salud ha recomendado su reclasificación, por encontrar que no es probable que las sustancias del cannabis puedan resultar un peligro para la salud de las personas consumidoras o para la sociedad.
Estas cuestiones son cada vez más conocidas por el gran público. El último barómetro del CIS (Centro de investigaciones sociológicas) da a conocer que el 47,2 por ciento de las personas encuestadas legalizarían en cannabis con condiciones, y el 84 está a favor de legalización del cánnabis medicinal. Y aunque casos como el de Fernanda de la Figuera, siguen apuntando a unas políticas represivas por parte del estado, hay un movimiento popular y político (Unidas Podemos y Ciudadanos son favorables a su legalización, con condiciones) que hace prever cambios en la legislación a favor del consumo de la marihuana.
En este contexto y dado que hay distintas maneras de regular las sustancias, es importante que los que somos favorables a algún tipo de legalización, tengamos el conocimiento necesario para apoyar las distintas iniciativas que surgirán y sepamos distinguir las que más nos conviene. De hecho desde el observatorio hacen especial hincapié en el modelo regulatorio que se elija.
El ejemplo de Canadá es paradigmático. Tras muchos años de represión y lucha de los movimientos pro legalización se han creado unas leyes que benefician claramente a las grandes empresas, incluso multinacionales americanas. Por lo que todas esas luchas han derivado en leyes, que solo han servido para que se lucren dichas empresas, pero se sigue dificultando el auto cultivo y consumo. Además, en los países en los que se ha dejado el monopolio del cultivo y la comercialización a la industria farmacéutica los precios son más altos y el acceso más restringido, no llegando a todas las personas que lo necesitan.
El Observatorio Europeo del Cultivo y Consumo del Cannabis está trabajando en un texto para enviar como propuesta de ley a los partidos con representación parlamentaria. Esta propuesta se hará cuando el gobierno lleve 100 días en funcionamiento. Según Héctor Brotons, director jurídico del OECCC «es una propuesta muy trabajada a nivel jurídico y encaja en el marco legal actual. La sociedad civil va por delante, creando un marco legislativo, donde existirían 3 vías de acceso al cannabis, auto cultivo, Clubs de consumidores de cannabis y licencias transparentes para cannabis farmacéutico”. También se sugiere la creación de un Instituto Español del Cannabis, que ejercería de órgano regulador y se contempla la regulación de los Grow Shop.
Desde el observatorio también quieren contactar con organizaciones civiles para conocer sus propuestas e iniciativas en curso y unir fuerzas para sacar adelante la nueva normativa.
Puedes participar en el proceso completando una encuesta desde la web https://encuestacannabis.com/, que han habilitado para conocer como comenzamos a utilizar el cannabis, por qué seguimos usándolo, cómo lo usamos y para qué, remarcando que se busca “compensar” las encuestas oficiales, que normalmente se centran en los aspectos negativos, pero nunca en los beneficios. Realizando esta encuesta aportarás tu granito de arena ayudando a erradicar el estigma al que estamos sometidos todos los consumidores de marihuana.
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