El consumo de cannabis tiene efectos sobre la capacidad de conducción, y además puede suponer un riesgo importante para la seguridad vial. En España, la marihuana es una de las drogas más consumidas y detectadas en conductores implicados en accidentes de tráfico.
Su principio activo, el tetrahidrocannabinol (THC), altera funciones clave como la coordinación, el tiempo de reacción y la percepción del entorno, aumentando la probabilidad de sufrir un accidente.
Datos y estadísticas sobre el consumo de cannabis y los accidentes de tráfico
Un informe de 2023 del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) mostró que más del 50% de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico en España dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos. Y el cannabis fue una de las sustancias más detectadas.
Además, un estudio de la Dirección General de Tráfico (DGT) indica que uno de cada tres conductores fallecidos había consumido alguna sustancia psicoactiva. Por lo que ya se nota la incompatibilidad del consumo de drogas y conducción.
Efectos del cannabis en la conducción
Conducir requiere reflejos rápidos, atención constante y una percepción constante del entorno que nos rodea. Sin embargo, el consumo de cannabis afecta todas estas funciones, aumentando el riesgo de sufrir un accidente.
Algunas personas creen que pueden compensar estos efectos reduciendo la velocidad o siendo más cautelosos. Pero la realidad es que la marihuana altera la capacidad de respuesta y la toma de decisiones, lo que puede generar una falsa sensación de control al volante.
A continuación vamos a ver cuales son los principales efectos del cannabis en la conducción.
Disminución de los reflejos y el tiempo de reacción
El THC del cannabis ralentiza el tiempo de reacción. Esto significa que un conductor bajo sus efectos tardará más en responder ante cualquier imprevisto en la carretera. Imprevistos como un peatón cruzando, un semáforo que cambia a rojo o un coche frenando de repente.
Según la Dirección General de Tráfico, los conductores que han consumido marihuana tienen mayor dificultad para procesar información y reaccionar a tiempo, lo que aumenta las probabilidades de accidente.
Alteración de la percepción del entorno y la velocidad
El consumo de cannabis afecta la percepción del espacio y el tiempo. Quienes conducen bajo sus efectos pueden calcular mal las distancias. Esto haría que no vean con claridad la cercanía de otros vehículos o medir mal la longitud de una curva.
También puede alterar la percepción de la velocidad, haciendo que algunos conductores vayan más despacio de lo necesario y otros se sientan confiados en ir más rápido sin notar el peligro.
Pérdida de concentración y problemas de atención
Mantenerse atento al tráfico, las señales y los movimientos de otros conductores es muy importante para una conducción segura.
Sin embargo, el cannabis afecta la concentración y la memoria a corto plazo, haciendo que el conductor se distraiga con facilidad o tenga dificultad para recordar indicaciones y señales de tráfico. Esto aumenta el riesgo de cometer errores, como no respetar un ceda el paso o no notar un cambio en la vía.
Fatiga y somnolencia al volante
La marihuana suele tener un efecto relajante y sedante en los consumidores, provocando relajación, fatiga o somnolencia. Esto es especialmente peligroso en trayectos largos o en horarios nocturnos, donde el riesgo de microsueños al volante es mayor. Quedarse dormido por unos segundos es suficiente para causar un accidente grave.
Mayor peligro si se combina con alcohol u otras sustancias
El consumo de cannabis junto con alcohol u otras drogas multiplica los efectos negativos. Según la DGT, esta combinación potencia la pérdida de reflejos, la descoordinación y la disminución del juicio.
Una combinación peligrosa al volante que convierte al conductor en un peligro para sí mismo y para los demás. En España, una gran parte de los conductores fallecidos en accidentes había consumido más de una sustancia.
¿Cuánto tiempo permanece el cannabis en el organismo?
El cannabis puede afectar la conducción mucho después de su consumo. Su duración en el cuerpo depende de varios factores, como la cantidad consumida, la frecuencia de uso y la forma en que se consume. Por ejemplo, la duración no es la misma al fumarlo que consumirlo en comestibles.
Factores que influyen en la duración de los efectos
Estos son algunas circunstancias y factores que influyen en cuánto tiempo permanece el THC de la marihuana en el cuerpo:
- Frecuencia de consumo: En consumidores ocasionales, los efectos pueden durar pocas horas. En usuarios habituales, el THC se acumula en el cuerpo y tarda más en eliminarse.
- Dosis: Cuanto mayor es la cantidad consumida, más tiempo permanece en el organismo.
- Metabolismo: Una persona con un metabolismo rápido elimina el THC con mayor rapidez.
- Forma de consumo: Fumar o vaporizar produce efectos más inmediatos, pero duran menos. Consumirlo en alimentos retrasa el inicio de los efectos, pero los hace más duraderos.
Diferencias entre fumar, vaporizar o consumir cannabis en comestibles
Hay que tener en cuenta que el método de consumo también afecta, tanto a la intensidad como a la duración de los efectos:
- Fumar o vaporizar: Los efectos aparecen en pocos minutos y pueden durar entre 2 y 4 horas.
- Comestibles: Tardan más en hacer efecto (hasta 2 horas), pero pueden durar entre 6 y 12 horas. En dosis altas, los efectos pueden extenderse aún más.
En sangre, el THC de la marihuana puede detectarse hasta 24 horas después del consumo en usuarios ocasionales. En consumidores frecuentes, puede permanecer varios días. En orina, la detección varía desde unos pocos días hasta varias semanas, según la intensidad del consumo.
Aunque los efectos que notamos pueden desaparecer en pocas horas, el THC sigue presente en el organismo y puede afectar la capacidad de conducir. La falsa sensación de haber recuperado el control es uno de los mayores peligros.
Métodos para detectar cómo afecta el cannabis a la conducción
Para controlar cómo afecta el cannabis a la conducción, las autoridades utilizan diferentes métodos para detectar el consumo de esta y otras sustancias en los conductores. Estos controles buscan reducir los riesgos en carretera y asegurar que quienes circulan lo hagan en condiciones óptimas.
Controles de drogas en carretera: pruebas de saliva, sangre y orina
La prueba más común en España es el test de saliva. Se realiza de forma rápida en controles aleatorios o tras accidentes de tráfico. Esta prueba detecta la presencia de THC en cuestión de minutos y sirve como indicador inicial. Si el resultado es positivo, se realiza un análisis más detallado en laboratorio.
- Prueba de sangre: Esta prueba es más precisa y se utiliza para confirmar la cantidad exacta de THC en el organismo. Generalmente, se solicita cuando hay un accidente o tras un resultado positivo en la prueba de saliva.
- Prueba de orina: Aunque es menos habitual en controles de carretera, se emplea en casos específicos. Puede detectar el THC varios días después del consumo, especialmente en consumidores frecuentes.
Proceso para detectar el cannabis en conductores
En España, el procedimiento estándar para detectar el consumo de drogas en conductores comienza con una prueba de saliva realizada en carretera. Si esta prueba resulta positiva, se envía una segunda muestra al laboratorio para su confirmación.
El conductor tiene derecho a solicitar una prueba de contraste, que generalmente consiste en un análisis de sangre. Esta extracción se realiza en un centro sanitario por personal cualificado. Si el resultado es positivo, el solicitante deberá asumir los gastos del análisis.
En situaciones excepcionales, cuando no es posible realizar la prueba de saliva, se puede ordenar directamente un reconocimiento médico o análisis clínicos que los facultativos consideren adecuados. Sin embargo, estos casos son poco comunes y requieren justificación.
Por lo tanto, el procedimiento habitual es iniciar con la prueba de saliva en carretera y, si es necesario, proceder con métodos adicionales para confirmar los resultados.
Lo injusto de los test de cannabis actuales
Aunque los test actuales son eficaces, tienen ciertas limitaciones. Una de las principales críticas es que detectan la presencia de THC, pero no determinan si el conductor sigue bajo sus efectos en el momento del control. Esto puede no ser muy justo, ya que el cannabis puede permanecer en el organismo incluso cuando el efecto psicoactivo ha desaparecido.
Además, los consumidores habituales pueden dar positivo días después de su último consumo, lo que dificulta distinguir entre quienes han consumido recientemente y quienes no.
Alemania por delante
A diferencia de España, donde cualquier presencia de THC en el organismo al conducir es sancionada, Alemania ha tomado un enfoque más justo. Desde abril de 2024, el país permite conducir con hasta 3,5 nanogramos de THC por mililitro de sangre, considerando que por debajo de este umbral, los efectos del cannabis no comprometen la seguridad vial.
Este límite es comparable a una tasa de alcohol en sangre de 0,2 gramos por litro. Para conductores noveles y menores de 21 años Alemania mantiene una política de tolerancia cero, prohibiendo cualquier nivel de THC en sangre.
Este enfoque alemán contrasta con el español, donde la mera presencia de THC implica sanciones, sin considerar la concentración ni el posible deterioro de las capacidades del conductor. La regulación alemana busca equilibrar la legalización del cannabis con la seguridad vial, estableciendo límites claros y sanciones proporcionales.
Multas y sanciones por conducir bajo los efectos del cannabis
En España, la ley es clara respecto a la conducción bajo los efectos de drogas. Cualquier persona que conduzca con sustancias ilegales en su organismo puede enfrentarse a sanciones graves, incluso si no muestra signos evidentes de estar afectado.
Normativa en España sobre el consumo y la conducción
El artículo 14 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial prohíbe conducir con presencia de drogas en el organismo. Esto incluye el cannabis, independientemente de la cantidad consumida o del tiempo transcurrido desde su consumo.
La única excepción es el uso de fármacos con prescripción médica que contengan sustancias psicoactivas, siempre que no afecten a la capacidad de conducción.
¿Cuándo se realizan las pruebas de drogas?
Las pruebas de detección de drogas forman parte de los controles rutinarios de la Dirección General de Tráfico (DGT). Se realizan tanto en controles aleatorios como en situaciones específicas:
- Si el conductor ha cometido una infracción grave.
- En accidentes de tráfico, para verificar si hay presencia de alcohol o drogas.
- Cuando los agentes detectan síntomas de consumo, como comportamiento errático o falta de coordinación.
Sanciones y consecuencias legales
Conducir con cannabis en el organismo tiene sanciones administrativas y penales, dependiendo del caso:
Infracción administrativa
- Multa de 1.000 euros.
- Retirada de 6 puntos del carnet de conducir.
- Aplicable a cualquier cantidad detectada, aunque el conductor no muestre signos de alteración.
Delito contra la seguridad vial
Si el conductor presenta signos claros de afectación por drogas, el caso puede considerarse delito. En este caso, las penas pueden incluir:
- Prisión de 3 a 6 meses o multas económicas.
- Trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
- Retirada del carnet de conducir de 1 a 4 años.
Además, si el conductor bajo los efectos del cannabis provoca un accidente con víctimas, las penas pueden ser aún más severas.
Pero no son las únicas consecuencias
En España, si un conductor provoca un accidente y da positivo en drogas como el cannabis, la aseguradora está obligada a indemnizar a las víctimas por los daños causados. Sin embargo, la compañía puede ejercer el derecho de repetición, es decir, reclamar al conductor responsable el importe de las indemnizaciones abonadas.
Esto significa que, aunque el seguro cubre inicialmente los daños a terceros, el conductor que ha consumido drogas deberá reembolsar a la aseguradora los costos derivados del siniestro. Además, las pólizas suelen excluir la cobertura de los daños propios del vehículo del conductor infractor, por lo que estos no serían indemnizados.
Conducir bajo los efectos de la marihuana puede ser peligroso y salir caro
Conducir bajo los efectos de la marihuana es una práctica peligrosa que reduce los reflejos, altera la percepción y disminuye la capacidad de atención. Estos efectos aumentan el riesgo de sufrir o causar un accidente.
En España, la ley es clara: no se puede conducir con presencia de drogas en el organismo. Las sanciones van desde multas económicas y pérdida de puntos hasta penas de prisión en los casos más graves.
Para evitar riesgos, lo mejor es no conducir si has consumido cannabis. Esperar el tiempo necesario, usar transporte público o pedir ayuda a alguien sobrio son alternativas más seguras. La responsabilidad en la carretera no solo protege tu vida, sino también la de los demás.