Durante años, los hongos han sido utilizados en la cocina, en medicina y también de forma lúdica. Pero recientemente han sido objeto de un nuevo enfoque muy distinto: su aplicación en la construcción y en la electrónica.
Sí, si, has leído bien. Estos seres vivos que crecen en la naturaleza podrían ser clave para el futuro de la construcción sostenible y la tecnología. Podrían revolucionar la forma en que construimos y creamos tecnología.
Por una industria más sostenible
“Satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras”. Así define la ONU el concepto de sostenibilidad, un modelo de desarrollo prioritario para los líderes mundiales desde septiembre de 2015.
Para lograrlo, se adoptaron 17 objetivos globales que, en 2030, deberían de alcanzarse con el fin de lograr el equilibrio entre crecimiento económico y el respeto por el medio ambiente y el bienestar social.
Uno de estos objetivos es construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación. Y es precisamente esta innovación la vía fundamental para conseguir una sostenibilidad real que dé respuesta a nuestras necesidades de consumo y luche contra el cambio climático a partes iguales.
Hoy queremos hablaros de dos nuevas aplicaciones relacionadas con los hongos y setas. Y lo mejor de todo es que son libres de residuos y 100% ecológicos. Lo que podría ayudarnos a lograr un mundo cada vez más verde, sostenible y viable.
Hongos: los nuevos protagonistas de la industria tecnológica
Ya conocíamos el potencial de los hongos mágicos como psicoactivo e incluso como utiliza la gente las microdosis de setas con psilocibina para aumentar la concentración y creatividad. Lo que no conocíamos es este potencial que guardan las setas, y sobre todo su micelio, como material prima.
Investigadores de la Universidad Johannes Kepler, en Austria, están estudiando una novedosa y revolucionaria forma de fabricar teléfonos móviles y luchar contra los millones de toneladas de residuos que genera esta industria. Para ello, y gracias a la utilización de la piel del ‘Hongo Pipa’ (Ganoderma Licudum), se abre una puerta a la elaboración de componentes electrónicos completamente sostenibles y biodegradables.
Esta nueva sustancia denominada ‘Mycelios Tronics’, no sólo es robusta, flexible y resistente al calor, sino que también podría convertirse en una verdadera alternativa para la creación de estos componentes.
Además, científicos de la Universidad de West England, de Briston, han logrado diseñar ordenadores funcionales, con capacidad para regenerarse. Gracias al ‘mycelium’, una estructura en forma de telaraña que desarrollan los hongos y que es capaz de conducir la electricidad, retener memoria y servir de unión entre distintos componentes, se pueden desarrollar circuitos electrónicos y ordenadores.
De momento se esta estudiando su viabilidad para algunos casos, pero no esperemos verlos sustituyendo a los PCs de la toda la vida o sus componentes. Ya que aunque ofrecen varias ventajas el rendimiento que ofrecen es muy bajo.
Cambiar cemento y ladrillos por hongos y setas
Los materiales de construcción representan aproximadamente el 10% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. Fabricarlos a base de setas, no solo generará menos contaminación. Además, se contará con grandes aliados que actuarán como agentes de limpieza cuando se alimentasen, por ejemplo, de serrín o desechos agrícolas.
Una de las investigaciones más punteras que se está desarrollando en este sentido consiste en sustituir elementos como el cemento o los ladrillos usados en la arquitectura por, sencillamente, setas.
Gracias al micelio, que corresponde a la parte vegetativa de las setas y de los hongos y que crece de forma natural, distintas compañías están empezando a desarrollar materiales sostenibles, duraderos, biodegradables y altamente competitivos para el sector de la construcción.
Un gran avance que promete ser una alternativa ecológica que ponga fin a los más contaminantes.
Muros, techos, tuberías o incluso sistemas eléctricos, podrán ser creados partir de hongos vivos que crecerán constantemente, morirán y volverán a regenerase.
Así, en la actualidad, se están haciendo importantes avances en el uso de las setas como materias primas para la construcción de infraestructuras ecológicas. La casa champiñón cada vez está más cerca.
Todo son ventajas
Este micelio contiene numerosas propiedades que lo hacen muy atractivo en el ámbito de la construcción. Se trata de una sustancia 100% biodegradable, con gran capacidad para atrapar el calor, incombustible, resistente al moho y al agua, más fuerte que el hormigón. Y además, mucho más barato.
¿Sabías que podemos juntar dos ladrillos de micelio vivo y estos se esparcirían rápidamente provocando una fuerte unión? El arquitecto, además, podría reparar la estructura con agua o protegerla usando recubrimientos similares a los utilizados con la madera.
Una tecnología que ha llegado hasta la NASA y que le ha llevado a desarrollar un programa de estudio sobre la viabilidad de estos cultivos en hábitats distintos al terrestre y a explorar sus distintas posibilidades.
Gracias a estos avances quizá, un mundo más verde, más sostenible y más ecológico sea una realidad muy pronto.