Si, así es, Oregón uno de los Estados pioneros con la marihuana medicinal ha decidido recientemente despenalizar el uso de todas las drogas. Estas acciones parecen ir en conjunto con las últimas conclusiones en política de drogas en el marco internacional donde empiezan a pensar que las medidas prohibicionistas no dan el resultado que esperaban.
El partido demócrata de Oregón ha aprobado en el parlamento y en el senado dos leyes claves para la descriminalización de las drogas:
La primera ley estaría diseñada fundamentalmente para cambiar de delitos a faltas los delitos acometidos por adictos sobre la propiedad de otros.
Y la segunda ley que descriminalizaría el uso de al menos 6 drogas tales como la meta anfetamina, el éxtasis, MDMA, cocaína y heroína. Siempre y cuando el acusado no haya cometido previamente otros delitos o tenga más de 2 sentencias no favorables en casos de drogas.
Esta ley también reducirá a un mínimo obligatorio la cantidad de sentencias condenatorias de adictos de drogas e incrementará la cantidad de condenas anteriores necesarias para que sea considerado delito.
Los motivos que ha expuesto el representante del partido demócrata en Oregón, Mitch Greenlick, es que ¨la prohibición es una política fallida que ignora el hecho de que algunas drogas cambian la estructura física del cerebro y que estos males deberían ser tratados como un asunto de salud pública¨ o que ¨el sistema actual etiqueta a los usuarios de drogas como delincuentes y los relega a una vida entrando y saliendo dentro del sistema judicial y penal¨.
Otros senadores, como la senadora afroamericana Jackie Winters, han argumentado que la guerra contra las drogas se trataba de ¨racismo institucional¨, pues en esta nueva legislación también busca reducir los prejuicios raciales en las actuaciones policiales en EEUU, creando una una comisión que tendrá la responsabilidad de analizar los hechos buscando indicios de racismo en las actuaciones policiales.
Realmente resulta un avance ver nuevas políticas que se acercan hacia la visión del problema como de salud pública como plantea la ONU, pero quizás esta no sea la forma más correcta de hacerlo, ya que si estas medidas no van acompañadas de programas de salud que pretendan rehabilitar a adictos, el problema persistirá tan solo que las cárceles estarán algo mas vacías, algo clave ya que EE.UU tiene el 20% de población carcelaria a nivel mundial.