La psilocibina, un compuesto psicodélico presente en ciertos hongos, ha sido utilizada desde tiempos antiguos por diversas culturas para rituales espirituales y curativos. Posee una rica historia que se extiende desde su uso en ceremonias sagradas hasta su estudio en la psicología y psiquiatría moderna.
Si, has leído bien. El uso de setas alucinógenas y la psilocibina no solo lo vemos en el mundo del ocio. Esta sustancia natural está de actualidad, pues está siendo estudiada por la ciencia por sus potenciales beneficios terapéuticos. Sin duda, un compuesto mágico del que nos teníamos que hacer eco en FlorProhibida GrowShop.
¿Qué es la psilocibina?
La psilocibina es un compuesto químico que se encuentra naturalmente en ciertos tipos de hongos, conocidos comúnmente como hongos mágicos o alucinógenos. Este compuesto es famoso por sus efectos psicodélicos, que incluyen alteraciones en la percepción, el pensamiento y las emociones.
Cuando alguien consume hongos que contienen psilocibina, el cuerpo convierte esta sustancia en psilocina, el verdadero químico responsable de provocar estas experiencias alteradas de conciencia. Este proceso de conversión permite que la psilocina interactúe con partes específicas del cerebro, desencadenando una variedad de efectos sensoriales y psicológicos.
Un mundo de nuevas sensaciones donde los colores pueden parecer más brillantes, los sonidos más profundos, y los pensamientos y sensaciones adquieren una dimensión completamente nueva.
Y aunque su uso recreativo es lo primero que viene a la mente de muchos, la psilocibina también está siendo investigada por la ciencia moderna por sus posibles beneficios terapéuticos. Además en el tratamiento de enfermedades severas como la depresión, el trastorno de estrés postraumático y la ansiedad asociada a enfermedades terminales. Lo que demuestra que más allá de su poder para alterar la mente, también podría ayudarnos a curarla.
¿Qué es la psilocina?
La psilocina es el compuesto en el que se transforma la psilocibina una vez que es ingerida y metabolizada por el cuerpo. Esta transformación permite que la psilocina se una a los receptores de serotonina en el cerebro. Especialmente al receptor 5-HT2A, modificando temporalmente la forma en que el cerebro procesa la información sensorial y emocional.
Es el compuesto activo responsable de los efectos psicoactivos de las setas alucinógenas en nuestro cuerpo.
Diferencias entre psilocibina y psilocina
La psilocibina y la psilocina son dos compuestos clave en los efectos psicodélicos de los hongos mágicos, pero tienen diferencias significativas en cómo interactúan con el organismo y en su estabilidad química. La psilocibina (O-fosforil-4-hidroxi-N) es el compuesto «original» presente en los hongos, y una vez ingerida, se convierte en psilocina (4-hidroxi-N,N-dimetil-triptamina) mediante la acción de la enzima alcalina fosfatasa en el aparato digestivo.
La psilocibina, encontrada en mayor cantidad, destaca por su estabilidad química. Mientras que la psilocina, aunque menos abundante, es el agente que realmente activa los efectos psicodélicos en el cerebro. Estos compuestos, ambos pertenecientes a la familia de las triptaminas, comparten similitudes estructurales con la serotonina, un neurotransmisor clave en nuestro cerebro.
La psilocina tiende a descomponerse rápidamente en presencia de oxígeno, lo que se ve rápidamente en los cambios de color en las setas, como manchas azules, moradas o negra.
Por otro lado, la psilocibina es resistente a este tipo de oxidación gracias a un grupo de fósforo en su estructura. Esto permite que los hongos que la contienen se puedan secar y almacenar por largos períodos sin perder efectividad. Esta característica facilita el uso de la psilocibina tanto para el ocio como para las investigaciones científicas.
¿Dónde podemos encontrar la psilocibina?
La psilocibina se encuentra naturalmente en una amplia variedad de hongos. Estos hongos, a menudo denominados «hongos mágicos o alucinógenos», pertenecen mayormente al género Psilocybe, aunque no son exclusivos de este. También podemos encontrar psilocibina en otros hongos como: Agrocybe, Conocybe, Pluteus, Copelandia, Galerina, Gerronema, Gymnopilus, Hypholoma, Inocybe, Mycena, Panaeolus, etc.
Hongos Psilocybe cubensis, los más famosos
Entre las especies más conocidas de hongos psilocibios encontramos Psilocybe cubensis, famosa por su relativa facilidad de cultivo y potencia psicodélica. Psilocybe semilanceata, comúnmente conocida como «gorro de bruja», ampliamente distribuida en zonas de Europa. O Psilocybe azurescens que posee uno de los niveles más altos de psilocibina y psilocina.
Además de estas, hay muchas otras especies dispersas por el mundo, cada una con características únicas en términos de apariencia, hábitat, efectos y niveles de psilocibina.
La concentración de psilocibina puede variar entre estas especies, incluso dentro de la misma especie. Esta puede depender de factores ambientales como el sustrato en el que crecen, la temporada y las condiciones climáticas. Al igual que dependiendo de la variedad, tendrán unos efectos u otros.
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¿Cómo interactúa la psilocibina con el cerebro?
La psilocibina interactúa con el cerebro de maneras complejas y variadas, provocando una serie de efectos tanto psicológicos como sensoriales. Como hemos visto, al consumirse este compuesto se transforma en psilocina, que luego se une a los receptores de serotonina.
Este enlace produce cambios importantes en la actividad cerebral y la comunicación entre distintas áreas cerebrales. Lo que resulta en alteraciones de la percepción, el pensamiento, y el estado de ánimo. Los efectos psicodélicos de la psilocibina incluyen una mayor plasticidad neuronal, lo que facilita la formación de nuevas conexiones cerebrales.
Estos cambios pueden traducirse en una amplia gama de experiencias, desde una mayor introspección y conciencia emocional hasta una percepción alterada del tiempo y cambios en la percepción sensorial.
Efectos de la psilocibina
Cabe destacar que los efectos de la psilocibina pueden variar ampliamente de una persona a otra, influenciados por factores como la dosis, el entorno o la actitud del usuario hacia la experiencia. Además de otros aspectos individuales como la complexión, el sexo o la historia de consumo de drogas.
Estas experiencias pueden incluir alteraciones en la percepción de la realidad, visiones, risa incontrolada, distorsiones del sentido del tiempo y del espacio, y cambios profundos en el estado de ánimo. Algunas personas pueden experimentar lo que se denomina experiencias místicas, sintiéndose en un estado de que sobrepasa los límites del cuerpo y mente.
Aunque estas experiencias pueden ser enriquecedoras, también pueden ser intensas y apabullantes. Lo que nos llevaría a lo que comúnmente se llama «mal viaje», caracterizado por el miedo, pánico o paranoia hacia lo que estás sintiendo.
Posibles usos medicinales de la psilocibina
La psilocibina está siendo objeto de estudio en los últimos años por su potencial terapéutico en el tratamiento de trastornos mentales como la depresión, el estrés, la ansiedad o las adicciones. Los buenos resultados de las últimas investigaciones han despertado el interés en sus posibilidades medicinales, ya que han conseguido avances significativos. Incluso la reconsideración de las políticas de drogas sobre ciertas sustancias psicodélicas en varios países.
Los estudios clínicos muestran resultados muy prometedores, sugiriendo que la psilocibina, junto con la terapia psicológica, puede inducir rápidas y duraderas reducciones en los síntomas de trastornos mentales.
La psilocibina actúa sobre los receptores de serotonina en el cerebro, lo que podría explicar sus efectos prolongados tras el consumo. Estos efectos incluyen no solo cambios en la percepción y el estado de ánimo, sino también una mayor plasticidad neuronal y conectividad entre áreas del cerebro. Esto se traduce en una sensación de mayor conexión con lo que te rodea, así como una apreciación más profunda de la vida y la creatividad.
Un gran abanico de posibilidades
Además, se ha observado que la psilocibina puede ser efectiva en el tratamiento de las adicciones, ayudando a las personas a superar dependencias y a encontrar un nuevo propósito y conexión. Sin embargo, es crucial que el uso de psilocibina se realice bajo supervisión médica y en un entorno controlado para minimizar riesgos y maximizar su potencial terapéutico.
Todavía es pronto y aún se requiere más investigación para comprender completamente sus mecanismos de acción, optimizar los protocolos de tratamiento y garantizar la seguridad y eficacia a largo plazo de su uso terapéutico. Pero todo está siguiendo su camino.
Microdosificación de psilocibina
La microdosificación de psilocibina, una práctica que ha ganado popularidad en los últimos años, involucra el consumo de cantidades muy pequeñas de psilocibina. Cantidades lo suficientemente bajas para no producir efectos psicodélicos, pero lo suficientemente altas para influir en la cognición y el estado de ánimo.
Esta práctica se basa en la idea de que dosis mínimas de psilocibina pueden mejorar la creatividad, la productividad, el bienestar emocional y la calidad de vida. Y todo ello sin interferir con la capacidad de funcionar en la vida diaria. Sin ponerte ciego, vamos.
Un estímulo para el día a día
Quienes practican la microdosificación informan una variedad de beneficios. Desde mejoras en la creatividad y la eficiencia en el trabajo hasta una mayor sensación de bienestar emocional y reducción en la ansiedad y síntomas depresivos. Y todo ello sin efectos psicoactivos.
Los estudios preliminares sugieren que la microdosificación podría afectar positivamente la plasticidad neuronal. Es decir, la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones y adaptarse, lo que podría explicar lo que dice la gente sobre las mejoras en la creatividad y la resolución de problemas.
Además, se cree que la microdosificación podría alterar los patrones de actividad en zonas del cerebro asociadas con el procesamiento emocional, lo que además podría tener efectos ansiolíticos y antidepresivos.
Te recomendamos leer este otro artículo si quieres saber más sobre las microdosificaciones de psilocibina.
¿Es segura la psilocibina?
Las investigaciones actuales sugieren que la psilocibina posee un perfil de seguridad considerablemente alto, en condiciones cuidadosamente controladas y supervisadas. Los estudios indican que aunque puede inducir efectos psicodélicos temporales, tiene un bajo riesgo de toxicidad física y mínimo riesgo de abuso o dependencia.
No obstante, como cualquier compuesto psicoactivo, existen riesgos. El uso de psilocibina en individuos con antecedentes de trastornos psiquiátricos graves podría agravar sus síntomas. Incluso una mala elección de la variedad podría ser muy contraproducente para depende de qué tipo de trastornos.
Por ejemplo, las personas con ansiedad o estrés necesitan variedades de hongos con psilocibina que tengan unos efectos relajantes y produzcan sensación de bienestar. Imagina que toman una variedad que te activa, te pone taquicardico y encima con alucinaciones. Pues no ayuda, al contrario, agrava el problema.
También hay que tener en cuenta que su estudio para uso médico es relativamente nuevo. Aún hacen falta más investigaciones y tiempo para comprender tanto su potencial terapéutico como su seguridad a largo plazo. Lo que sí es cierto, es que todas las pruebas y estudios lo catalogan como muy seguro bajo condiciones médicas controladas.
Efectiva y segura, la psilocibina podría ser un gran aliado en el campo de la medicina. Gracias a su potencial terapéutico y su alta seguridad, esta podría sustituir a otros fármacos mucho más agresivos y adictivos que se usan hoy en día.
