¿Qué se necesita para cultivar marihuana en interior?

Una vez que termina el calor y la temporada de exterior, llega el momento de los cultivos de interior de marihuana. Y es que el autocultivo de esta planta ha crecido mucho durante las últimas décadas, y no es de extrañar por qué.

Un cultivo interior tiene muchas ventajas. la primera es que consigues tu propia marihuana fácilmente de manera económica y sin tener que pasar por el mercado negro. Además, con el paso del tiempo y de los cultivos vamos consiguiendo cada vez un mejor producto.

Otra gran ventaja que los cultivos de interior es que son muy discretos. Si lo haces bien nadie tiene por qué enterarse de que tienes un cultivo en cualquier parte de tu casa. Yo he llegado a ver cultivos en armarios pequeños, incluso en arcones de ropa. Cualquier espacio vale si lo acondicionamos bien.

Si estas valorando en montar tu primer cultivo de en interior de cannabis, seguro que te has preguntado qué materiales se necesita para cultivar marihuana en interior.

En este artículo nos centraremos en el equipamiento necesario para empezar un cultivo de marihuana desde cero. Veremos todo lo necesario para realizar el cultivo completo, así como métodos alternativos para conseguir el mismo propósito.

Por lo que si quieres saber qué se necesita para cultivar en interior, atent@, que esto te interesa.

Diferencias con el cultivo exterior

Ambas modalidades de cultivo comparten muchas cosas. Pero a diferencia del cultivo en exterior, aquí tenemos que controlar cada aspecto del ambiente: luz, horarios, agua, temperatura y humedad.

Debemos proporcionar a las plantas un entorno óptimo para que se desarrollen en perfectas condiciones. Esto incluye desde poner un foco para el cultivo de plantas hasta generar el microclima en unas condiciones de temperatura y humedad óptimas.

Para ello nos valdremos de las siguientes herramientas y accesorios para el cultivo interior.

Material necesario para el cultivo

Bueno, vamos a empezar con todas los accesorios necesarios para el cultivo. Estos primeros materiales son los que llamaríamos indispensables para realizar un cultivo de interior de marihuana en condiciones.

El espacio

Para cultivar marihuana en el interior lo primero que necesitamos es tener un espacio donde poder hacerlo. como he dicho antes puede ser casi cualquier sitio mientras que lo condicionemos adecuadamente. Depende del número de plantas y la producción que queramos conseguir necesitaremos de más o menos espacio.

Aquí tenemos dos opciones, usar cualquier espacio o habitación o bien utilizar un armario de cultivo.

La ventaja de los armarios es que nos ofrecen toda la estructura, sujeciones y soportes de manera fácil y sin tener que hacer agujeros. Son totalmente opacos, por lo que no tienes que tapar ventanas u otras luces de la habitación.

Además, es fácil encontrar diversos Kits de cultivo con armario completos con buenos precios y todo el material necesario para el cultivo, o gran parte, dependiendo del tipo de Kit.

Foco de luz

La primera importante y fundamental es que necesitaremos un punto de luz fuerte potente y acorde al espacio donde vamos a cultivar. No vale cualquier bombilla, pues tienen que ser potentes y con un espectro de luz que las plantas de cannabis puedan aprovechar.

La luz del sol es la mejor que hay pues tiene mucha luminosidad y una potencia insuperable. Aun así la tecnología de iluminación para los cultivos ha avanzado mucho que hoy en día disponemos de muchas opciones y muy buenas para el cultivo.

La mejor sin duda son las luces LED de cultivo, pues aportan un espectro muy parecido al del sol además de ser muy eficientes, potentes y no generar calor. Con ellos la relación gramo/vatio es mayor que con cualquier otra luz y además la calidad de la marihuana cultivada es bastante mejor.

Temporizador para el foco

Otro de los aparatos que vamos a necesitar sí o sí para el cultivo interior de cannabis es un temporizador de luz. Este es el encargado de encender y apagar el foco a las horas indicadas.

Este es otro de los aparatos fundamentales para el cultivo de cannabis. Aún si lo quisiéramos hacer manualmente y siendo muy escrupulosos, supondría un gran riesgo. Retrasarse o adelantarse unos minutos en las horas supondría un estrés enorme para las plantas que podría suponer no llegar a finalizar el cultivo.

Extractores y ventiladores

Las plantas de marihuana consumen oxígeno y dióxido de carbono. Por ello necesitamos renovar el aire del espacio de cultivo cada cierto tiempo para que siempre pongan aire fresco y cargado de estos elementos.

Normalmente se instala un extractor que saca el aire viciado y otro extractor más pequeño para que que meta aire fresco. También se puede instalar un extractor y que la intracción sea pasiva por agujeros o rendijas.

También necesitaremos tubo de ventilación para conectar los extractores y guiar el aire hacía su salida.

Siempre viene muy bien poner un ventilador que genere una corriente suave que mueva las plantas y simule las condiciones del exterior. Esto las ayuda a ponerse fuertes además de ayudar a la deshidratación de las plantas.

Macetas y sustrato

Para cultivar marihuana siempre necesitaremos macetas y sustrato para plantar las plantas. El sustrato más usado para el cultivo de cannabis es la tierra pero también tenemos otras opciones como la fibra de coco, arlita, lana de roca o sistemas hidropónicos o aeropónicos.

Para calcular las macetas necesarias y los litros de sustrato te recomendamos pasar por este otro artículo donde hablamos de las macetas por foco que se deben poner y sus tamaños.

Es importante recalcar que no cualquier sustrato vale para la marihuana. Estas tienen necesidades de humedad, retención y aireación en el sustrato más específicas que otras plantas. Por lo que siempre es más que recomendable usar una tierra buena para cannabis.

Las plantas a cultivar

llegamos a una de las partes más importantes para el cultivo. Aquí podemos partir desde semillas feminizadas de marihuana o clones y esquejes. Ambas formas tienen sus ventajas e inconvenientes, pero al ser legal la comercialización de semillas es la manera más fácil de conseguir estas plantas.

Es importante elegir bien la variedad, sobre todo si son tus primeros cultivos. Hay variedades muy buenas que además ofrecen un cultivo fácil incluso para principiantes. Una de las mejores es la Krítikal Bilbo original; calidad excepcional, grandes producciones y resiste muy bien los típicos fallos de cultivo. Ideal para iniciarse.

Si quieres saber más sobres los distintos tipos de variedades de marihuana te recomendamos que eches un ojo a este otro artículo. En él explicamos las diferencias y ventajas de cada uno de los distintas tipos de cannabis.

Fertilizantes para las plantas

Las plantas de marihuana son plantas muy tragonas que necesitan una gran cantidad de agua y nutrientes para su correcto desarrollo. Por ello se hace fundamental proporcionarle a la planta estos nutrientes que demandan.

Hay varias opciones en cuanto al abonado. Uno de los más usados por su sencillez y buenos resultados son los fertilizantes líquidos para marihuana. Estos se mezclan con el agua de riego y están disponibles rápidamente para la planta.

Otro tipo de abonos muy usados son los orgánicos sólidos. Por ejemplo, el humus de lombriz es genial para el crecimiento de plantas por su aporte de nitrógeno y otros micro y macro elementos. Mientras que el Guano de murciélago es de los más usados en floración por su alto aporte de fósforo y potasio, ideal para el engorde de cogollos.

Herramientas opcionales para el cultivo

Hasta aquí las herramientas necesarias para un cultivo interior de marihuana, las fundamentales. Pero esto no quiere decir que sean las únicas. Hay otro tipo de herramientas que se pueden volver necesarias porque nos ayudan a conseguir el clima y condiciones perfectas para nuestras plantas.

Por ejemplo, en los cultivos que se hacen en habitaciones es importante cubrir las paredes con papel reflectante para aprovechar toda la luz. Con ello se consigue aprovechar toda la intensidad del foco y maximizar la producción.

Filtro de carbón activo u ozonizador

Los olores en el cultivo de marihuana son un gran problema y hay que gestionarlo de la mejor manera para que no se convierta en un problema. El olor es intenso y bastante característico. El aroma que desprenden los cultivos se puede distinguir porque tiene un toque “verde” y fresco que casi cualquier cultivador puede diferenciar.

Para ayudarnos a deshacernos de ese olor son los filtros de carbono. Estos filtran el aire que coge el extractor al pasar por el carbón activo que contienen, por lo que el aire que sale del cultivo lo hace sin olor.

Para que esto funcione, el filtro de carbón siempre debe ser capaz de filtrar más aire del que es capaz de sacar el extractor. Así nos aseguramos de que todo el aire que coge el extractor lo ha limpiado previamente el filtro de carbón.

Otros aparatos que podemos usar en vez de los filtros son los ozonizadores de aire. Estos se conectan a los tubos de ventilación soltando ozono, una molécula que elimina las bacterias causantes del olor.

Estos últimos son muy usados como sistema complementario al filtro de carbón. Así los cultivadores tienen una doble protección contra este problema.

Humidificadores

La humedad en el cultivo de marihuana es muy importante. Manteniendo unos niveles óptimos durante cada fase del cultivo es como se consiguen los mejores resultados.

La marihuana, como muchas plantas, tienen diferentes necesidades de humedad en las etapas de crecimiento y floración. Un nivel de humedad correcto favorece un crecimiento saludable y previene el estrés hídrico.

Demasiada humedad puede promover el crecimiento de hongos y moho, mientras que muy poca puede deshidratar las plantas y aumentar la vulnerabilidad a plagas y enfermedades.

Además, la humedad influye en la transpiración, que es el proceso por el cual las plantas absorben nutrientes y agua del suelo y liberan agua al aire. Un equilibrio adecuado es clave para la nutrición y la respiración de las plantas.

Normalmente se necesita de un humidificador para aportar humedad en la etapa de crecimiento de las plantas. Pues ahí la humedad debe rondar el 70-80% de humedad relativa en el ambiente.

Y después no está de más dejarlo en floración con un controlador de humedad para que solo se encienda si es necesario. y por el caso contrario hay veces que la humedad es demasiado alta y necesitamos de un deshumidificador para evitar problemas.

Otros métodos para aportar humedad al cultivo

Hay métodos caseros que podemos aplicar para aumentar la humedad de una zona en concreto. El más utilizado es usar paños y toallas mojadas cerca del ventilador. Esto genera humedad que se reparte por la zona del cultivo.

Sin embargo estos métodos requieren de otros materiales y una dedicación mucho mayor para aumentar la humedad. Y lo peor es que en muchos casos no llega a ser suficiente, por lo que es más simple y menos laborioso utilizar un humidificador.

Calefactores

En las épocas más frías del año y en sitios frescos, es posible que necesitemos aportar calor al cultivo cuando el foco está apagado. Esto es porque las plantas por debajo de 18ºC pueden estresarse por el frío y detener su crecimiento durante unos días.

Por ello es conveniente aportar calor a la zona de cultivo para no dejar que baje la temperatura de este. Un calefactor, tubos de calefacción o piña calefactora enchufada a un controlador de temperatura nos asegura mantener una temperatura mínima durante las horas de más frío.

Termohigrómetro

Para mí es uno de los imprescindibles en cualquier cultivo. Sí que es cierto que se puede hacer el cultivo sin él, por eso no lo he incluido en la sección de imprescindibles, pero es una herramienta de gran valor en las zonas de cultivo.

El termohigrómetro es un aparto que mide la temperatura y la humedad, que además guarda los valores máximos y mínimos. De esta manera siempre podremos controlar que el clima de nuestro interior esté en los rangos óptimos y actuar rápidamente si no es así.

Otros recursos para los cultivos de interior

Hay otros muchos tipos de herramientas que nos vienen muy bien en los cultivos de interior. Y aunque realmente no son necesarias, nos ayudan mucho en las tareas propias del cultivo de marihuana.

Por ejemplo, está muy extendido el uso de medidores de pH y EC digitales para controlar el agua de riego. Son sencillos de usar y rápidamente puedes ajustar sus valores.

Hay una gran variedad de controladores para el cultivo. Desde sistemas integrales que controlan los aspectos imprescindibles del cultivo de forma inteligente hasta potenciómetros eléctricos con los que ajustar la potencia de los extractores.

Además de los integrales, los más usados son los de temperatura y humedad, pues con ellos es bastante sencillo mantener unas condiciones óptimas en el cultivo.

Las bombillas de luz verde se usan bastante en los cultivos interiores de marihuana. Este color de luz apenas despierta respuesta fotosintética de las plantas, permitiéndonos ver en las horas en las que el foco está apagado.

Si eres de los que les gusta pasarse buenos ratos alrededor de las plantas como yo, es recomendable usar unas gafas de cultivo. Estas gafas protegen nuestra vista además de corregir los colores distorsionados por las luces de los focos.

Otra gran herramienta son las tijeras de poda para marihuana, ya que ayudan un montón a la hora de manicurar nuestras flores. Y si quieres algo más automático, tienes que echar un ojo a las peladoras para cogollos de marihuana.

---

Con el paso del tiempo y los cultivos tendemos a optimizar las tareas y el tiempo que invertimos, con lo que solemos comprar cosas que nos facilitan las tareas, nos ahorran tiempo o nos ayudan a sacar el máximo rendimiento de la cosecha.