Las plantas madre son muy importantes en el cultivo de muchas especies de plantas, sobre todo cuando se busca replicar las características exactas de una planta en particular. ¿Interesante, no?
Además, las plantas madre juegan un papel fundamental en la crianza genética y la creación de nuevas variedades a través del cruce de plantas. Los cultivadores pueden seleccionar cuidadosamente plantas madre con características destacadas o únicas y cruzarlas con otras plantas para obtener nuevas variedades que hereden lo mejor de ambas.
Por eso en este artículo veremos que son las plantas madre, cómo se seleccionan o se mantienen entre otros temas relacionados.
¿Qué son las plantas madre?
Las plantas madre es una planta se mantienen en estado vegetativo (crecimiento) constante y se utilizan para tomar esquejes que crecerán y se convertirán en nuevas plantas idénticas.
Las plantas madre son realmente importantes en el cultivo y desarrollo de diversas especies de plantas. Las plantas madres nos permiten mantener todas las características de una planta para después poder sacarle esquejes o clonarla y mantener esas características concretas.
Esto es genial pues nos permite mantener o cultivar una genética que nos gusta mucho, sea por lo que sea, durante mucho tiempo. Sabiendo que cada esqueje o clon que le saquemos será una réplica idéntica de su planta madre.
Ventajas de usar plantas madre
Las plantas madre ofrecen ventajas importantes en diversos tipos de cultivos, no solo en el cultivo de marihuana. En términos generales, utilizar plantas madre permite a los cultivadores replicar de manera exacta las características deseadas de una planta a través de varios cultivos. Pero no es la única ventaja que tiene, otros beneficios que tienen son los siguientes.
Producción de plantas uniformes
Al clonar una planta madre, todas las nuevas plantas serán genéticamente idénticas. Esto es muy útil para conseguir un cultivo homogéneo, ya que todas las plantas compartirán las mismas características, ya sea en cuanto a tamaño, resistencia a plagas o productividad.
Selección de características específicas
Al contar con una planta madre, el cultivador puede seleccionar plantas con características que nos gusten mucho o beneficien el cultivo. Por ejemplo, en el caso de frutas o vegetales, se pueden seleccionar plantas madre que ofrezcan mejor sabor, mayor producción o resistencia a condiciones climáticas adversas.
Mayor control sobre la genética
La planta madre preserva una genética específica, sabores, olores, potencia, cantidad de resina, etc. Esto permite a los cultivadores evitar la variabilidad genética o distintos fenotipos que pueden salirnos con las semillas. Esto acaba resultando en cosechas más predecibles, conocidas y controladas.
Más rapidez en los cultivos
Si nos programamos bien, podemos tener los esquejes de la planta madre listos y enraizados para justo el momento que nos hagan falta. Lo que nos ahorraría al menos algunas semanas de crecimiento.
Madres para mucho tiempo
Las plantas madre pueden mantenerse durante largos periodos de tiempo, produciendo múltiples ciclos de clonación o esquejado.
¿Todas las plantas pueden ser plantas madre?
No, no todas las plantas pueden hacer la función de planta madre. Hay algunas especies que no responden bien a la clonación por esquejes o que no pueden mantenerse en crecimiento vegetativo continuo, por lo que no cumplirían la función de planta madre.
Un ejemplo de esto son las plantas que se reproducen por esporas (como los helechos), las plantas bulbosas (como los tulipanes) o las que dependen de métodos específicos de reproducción, como los tubérculos. Estas plantas no valdrían para la clonación tradicional mediante esquejes, y no se podría hacer una planta madre con ellas.
Las demás plantas, ya sean estacionales, caducas o perennes, sí pueden mantenerse como plantas madre bajo ciertas condiciones controladas de luz, temperatura y humedad. Incluso las que tienen sexo, como es el caso del cannabis.
No todas las plantas ni variedades responden igual al enraizamiento de esquejes
También hay que decir que no todas las plantas responden de la misma manera al enraizamiento de esquejes. Hay variedades que les cuesta más que a otras, incluso en la misma especie.
El éxito en el enraizamiento de esquejes no es el mismo para todas las plantas ni para todas las variedades de una misma especie. Algunas plantas tienen una alta capacidad de regeneración y forman raíces fácilmente a partir de esquejes. Mientras que otras pueden tardar más tiempo en echar raíces o tener un ratio más bajo de enraizamiento.
Plantas que valen para ser madres
Plantas que enraízan fácilmente son muchas de las especies ornamentales, como los geranios y los rosales. Así como plantas de cultivo de temporada como la marihuana, suelen enraizar bien a partir de esquejes.
Estas plantas tienen sistemas de crecimiento que les permiten regenerar sus raíces de manera rápida y eficiente. Especialmente si utilizamos técnicas que estimulan el enraizamiento, como el uso de hormonas enraizantes, herramientas para hacer esquejes o controlar las condiciones de temperatura y humedad.
Plantas no recomendadas para madres
Por el otro lado, existen plantas que simplemente no responden bien al enraizamiento por esquejes debido a la estructura de sus tejidos. Especies con raíces leñosas o sistemas de crecimiento lentos o plantas con mecanismos de reproducción alternativos (bulbos o esporas). Estos pueden no producir raíces fácilmente a partir de esquejes.
Importancia de las plantas madre en el cultivo de marihuana
En el cultivo de marihuana, las plantas madre juegan un papel fundamental al permitir a los cultivadores preservar genéticas particulares, como aquellas que ofrecen mayor producción, mejor aroma, mayor cantidad de resina o características específicas en el crecimiento y el efecto.
De esta forma, en lugar de depender de la variabilidad de las semillas, los esquejes de plantas madre garantizan uniformidad en la calidad del cultivo. Además, son muy importantes para el desarrollo genético, ya que de esta manera consiguen aislar las características genéticas que más les gustan de ciertas plantas: Producción, cantidad de THC, aromas, sabores, colores, etc.
Diferencia con las semillas de marihuana
Cabe recordar que las semillas de cannabis vienen de un cruce o polinización entre un macho y una hembra. Y pasa lo mismo que con los niños, estos pueden coger ciertas cosas de la madre y otras cosas del padre. Por lo que las semillas aunque mantienen unas características generales, tienen distintos fenotipos con distintas características en la misma genética.
Por lo que si pones 10 semillas, nunca te van a salir las 10 plantas iguales. Muy parecidas seguro, pero no iguales. Habrá alguna más resinosa, más productiva o con un sabor más marcado. Por el contrario, si pones 10 esquejes de la misma planta madre, tienes la certeza de que te van a salir todas iguales a la madre, evitando distintos fenotipos.
¿Cómo seleccionar una buena planta madre?
Elegir la planta madre perfecta puede ser una tarea muy gratificante. Para ello deberás haber mantenido un esqueje de cada una de las variedades de las que quieras hacer la selección. Y una vez cultivada y cosechada la planta, tendremos que examinarlas y probarlas para ver con cuáles nos quedamos.
La selección de una buena madre al final es algo personal. Todos queremos lo mejor, pero unos buscan la cantidad, otros prefieren la calidad y otros buscan juntar todas esas características en una sola genética.
Sea cual sea tu caso, además de tu propia selección no está de más que tengas unas cosas en cuenta a la hora de elegir una planta madre.
Utiliza las mejores plantas
Para hacer una planta madre es muy aconsejable hacerlo con una planta sana, libre de insectos y enfermedades. Si tienes insectos o enfermedades la planta tendrá un mal desarrollo, lento e incluso con deformidades.
Pero es que además, como ya hemos visto las plantas madres se usan para hacer esquejes o clones de esas plantas. Y si las plantas madres tienen insectos, hongos o enfermedades, también se los pasaremos a los nuevos esquejes. Lo que les dificultará aún más el enraizar y salir adelante.
Selecciona como madre las plantas más vigorosas
Si elegimos una planta con un crecimiento rápido y frondoso, esta será capaz de generar más cantidad de brotes por donde sacar esquejes. Y aunque la cantidad no sea un problema, siempre podremos hacer esquejes más grandes y más fuertes con una planta vigorosa.
Utiliza plantas que respondan bien a las podas
Otra buena característica para una planta madre es que responda bien a las podas. Hay variedades que cuando les cortas un esqueje se encabronan y sacan más brotes, como con las variedades sativas de cannabis. Sin embargo, hay otras que les pasa todo lo contrario, es hacerles un corte y frenan su crecimiento unos días. Esto suele ir muy ligado a cada variedad genética.
¿Cómo mantener una planta madre?
Una vez seleccionada la planta madre, toca mantenerla durante mucho tiempo para estar lista cuando necesitemos sus esquejes. Para ello necesitaremos conocer los detalles de nuestra planta y proporcionarle un buen entorno de crecimiento.
Pongamos el ejemplo del cultivo de cannabis que es una planta fotodependiente de la luz del sol (necesita notar el cambio de horas de luz para ponerse a florecer). Pues para mantener una planta madre de marihuana necesitaremos algún punto de luz para darle las 18 horas de luz que necesita en crecimiento.
Luz artificial
Normalmente se utilizan focos led de cultivo de baja potencia para el mantenimiento de madres. Siempre dependerá de las dimensiones de la planta y el espacio a cubrir, por supuesto. Pero normalmente con pocos vatios de LED puedes iluminar eficientemente una planta madre.
La cantidad de luz que necesita una planta madre la marca el ritmo de crecimiento y de sacar esquejes que necesitemos. Si queremos sacar esquejes cada 2 meses, la luz debe ser más bien baja, de mantenimiento.
Si por el contrario queremos sacar continuamente esquejes a una planta, deberemos proporcionarle una buena luz de crecimiento y potente. Así conseguiremos un desarrollo más rápido de sus ramas y brotes.
Controla el crecimiento
Es importante podar la planta madre regularmente para evitar que crezca de más y se vuelva inmanejable. El objetivo es mantenerla en un tamaño manejable, pero saludable, para que continúe produciendo esquejes.
Revisa las plantas regularmente
El echar un ojo de vez en cuando a nuestras plantas madres nos puede evitar un disgusto. He visto a mucha gente perder buenas madres por algún problema que no habían detectado que acabó cargándose a las plantas.
Después de hacer la selección y conseguir una buena madre con las mejores características, es una pena perderla por un despiste. Las plagas de hongos y de insectos se propagan rápidamente, por lo que vigila tus plantas madre regularmente para mantenerlas sanas. Una buena práctica es usar un insecticida para plantas como fitofortificante y preventivo durante su crecimiento.
Errores comunes con plantas madre y cómo evitarlos
Aunque mantener una planta madre es bastante sencillo, todos hemos tenido una primera vez y sé de buena tinta que siempre surgen dudas. Por eso, te quiero dar unos cuantos consejos sobre las plantas madre que seguro te van a venir bien.
Aquí te dejo algunos de los errores más comunes que los cultivadores suelen cometer y cómo evitarlos
Sobrecarga de poda
Podar demasiado la planta madre puede generar estrés en la planta, disminuyendo su capacidad para producir esquejes sanos. Es fundamental seguir una rutina de poda controlada y no sobreexigir a la planta.
Sobrefertilización
Las plantas en crecimiento no tienen una alta demanda de nutrientes. Por lo que aplicar demasiados fertilizantes puede dañar a la planta madre.
No controlar el tamaño
Si dejamos que la planta madre crezca sin control puede hacerla inmanejable y más difícil de mantener. La poda y el control del espacio son muy importantes para mantenerla en buenas condiciones. Por lo que si es necesario, pódala para generar una buena estructura.
Espero que te haya quedado más claro lo que son las plantas madre y la importancia que tienen no solo para el cultivo de marihuana, sino de cualquier tipo de planta. Las plantas madre nos permiten seleccionar los mejores ejemplares y mantener una genética para cultivar esas mismas características.
Si te ha picao el gusanillo y quieres seguir adelante con la idea de tener tu propia planta madre seleccionada, te recomendamos que continúes leyendo nuestra guía para hacer esquejes fácilmente. Así podrás dominar este complicado arte y conocer sus secretos antes de ponerte al lío.
Y como siempre, si tienes cualquier duda, sugerencia, experiencia u opinión que contar, por favor déjanos un comentario. Nos encanta saber tu feedback u opinión.
¡Saludos!