El CO2 juega un papel muy importante en el cultivo de marihuana. Sobre todo en cultivo interior, donde podemos crear una atmósfera rica en este gas. Por eso, el saber cómo usar CO2 en el cultivo de marihuana y aplicarlo correctamente, le puede dar a tu cultivo ese buen extra en producción que todo el mundo buscamos.
Las plantas de marihuana pueden aguantar hasta 5 veces el nivel de CO2 que hay actualmente en nuestra atmósfera. Esto se debe a que en la antigüedad los niveles de CO2 en el aire eran mucho más altos que ahora. Hoy en día el aire suele contener alrededor de 300ppm de CO2, llegando hasta los 450ppm en ciudades más transitadas y contaminadas. Sin embargo, las plantas de marihuana pueden llegar a utilizar hasta 1500ppm, 5 veces más de la cantidad que hay en el aire.
Haciéndole un aporte a las plantas de este gas, en el cultivo conseguiremos plantas más rápidas realizando sus procesos. Esto se puede traducir en un rápido crecimiento y unos cogollos con un volumen y peso más grande de lo habitual.
Como utilizar CO2 de forma óptima en el cultivo
Es importante tener en cuenta unas cuantas cosas a la hora de aportar CO2 a un cultivo de marihuana. Ya que si lo usamos de manera incorrecta podemos desde no notar ningún efecto a plantas amarillas, espigadas y con pocos cogollos. Por eso es importante saber como utilizar el CO2 en el cultivo de cannabis.
Para realizar una instalación que aporte co2 al cultivo, no bastará con tan solo añadir el gas al cultivo. Hay que realizar ciertas modificaciones en el microclima de la sala y el abonado para que las plantas puedan aprovechar todo el CO2 que les estamos añadiendo.
Cosas a tener en cuenta cuando añadimos Co2
- Necesitaremos una iluminación potente
- La temperatura debe ser más alta (28-32 ºC)
- Se debe modificar la extracción de aire
- Se debe aumentar el EC, la cantidad de abono
- La humedad del cultivo va a aumentar
- Debemos controlar la cantidad de CO2 (ppm) que inyectamos en la sala
Todo esto tiene su sencilla explicación. Se aumenta la temperatura del cultivo para que las plantas se deshidraten más y de esta forma obligarlas a comer más. La temperatura óptima para usar CO2 está entre 28 y 32ºC, aumentando gradualmente conforme aumentamos el CO2.
La fuente de luz debe de ser potente para aprovechar el CO2. Por ejemplo, con los típicos Kits de iluminación de 600w ya se nota bastante la producción al utilizar CO2. Pero con focos led para cultivo con valores altos de PPFD y PPF es con lo que se consiguen los mejores resultados. Cuanto más PPFD y PPF entreguen las lámparas, mayor será el rendimiento de las plantas con el CO2.
La cantidad de gas CO2 se mide en ppm, partes por millón. Y será de mucha ayuda contar con un medidor o controlador de CO2 que mida la cantidad de dióxido de carbono del cultivo. Así podremos aportar la cantidad óptima de este gas al cultivo.
La reducción de caudal de aire en la sala es necesaria para no llevarnos el CO2 que estamos añadiendo. Si mantenemos la extracción de aire como siempre perderemos por ahí el CO2 que añadamos al cultivo. Normalmente se suele cambiar el extractor por otro más pequeño, de la mitad de potencia más o menos. También se puede potenciar el extractor o encenderlo solo a intervalos de 15 minutos encendido y otros 15 apagado. Aunque este método de temporizar los extractores puede provocar olores en el cultivo cuando estos se apagan.
También es importante que la boca del tubo del extractor esté bien arriba en el cultivo. Así sacará el aire viciado y caliente que es el que se sitúa en las partes más altas de la sala. Y evitaremos que se pueda llevar el CO2, que como pesa más que aire, siempre estará en los dos tercios de la parte inferior de la sala.
El CO2 aumenta el metabolismo de la planta, todo lo hace más rápido. También la forma de alimentarse, ya que absorbe más agua y nutrientes. Por eso hay que aumentarle las cantidades de abono para que siempre tenga nutrientes disponibles y realizar sus procesos con energía. Esto se hace fácilmente con un medidor de EC, el cual mide la cantidad de abono presente en el agua de riego.
Los nutrientes son asimilados por la planta, mientras que el agua se evapora por las hojas. Y con el aumento de cantidad y velocidad producido por el CO2, también va a aumentar la humedad relativa en la sala. Por eso, un deshumidificador nos puede ser de gran ayuda en este tipo de cultivo, ya que mantendrá la humedad en los valores deseados sin tener que hacer una renovación de aire que se llevaría el CO2 con ella.
Por otra parte, cabe recordar que las plantas solo asimilan el CO2 mientras que las luces están encendidas. Una vez que se apagan las luces hay que parar la dosificación del CO2 y ventilar la sala.
Cuando empezar a usar el CO2 en el cultivo
Normalmente se empieza a añadir co2 al cultivo en la etapa de floración de la planta, ya que lo que buscamos es aumentar la producción de cogollos. Sin embargo, el CO2 se puede utilizar desde el crecimiento de las plantas para que sea más rápido y vigoroso. Mucha gente usa el CO2 en salas de madres y esquejes para aumentar el crecimiento vegetativo de sus plantas.
De hecho, una buena práctica es empezar a usarlo antes de la floración para conseguir un crecimiento más rápido e ir acostumbrando a la planta a ese exceso de dióxido de carbono. Aumentando el nivel de CO2 gradualmente evitamos el riesgo de un posible estrés por el cambio brusco en los niveles de CO2 en el indoor.
Dependiendo de la fase en la que quieras empezar a aportar el CO2 a tus plantas, variará la cantidad de gas a aportar. Las cantidades de CO2 se miden en ppm (partes por millón) y siempre van en aumento conforme avanzan las fases de la planta. Se empieza por una dosificación baja hasta acabar con la más alta. Ahora veremos cuáles son los niveles óptimos de CO2 y EC en el cultivo, dependiendo de la fase en la que se encuentre.
Niveles de CO2 óptimos para el cultivo de marihuana
Dependiendo de la etapa en la que se encuentran las plantas hay unos valores máximos que las plantas pueden asimilar. Un exceso de CO2 supondría un desperdicio de este gas y un bloqueo en el cultivo. Y con valores muy altos y continuados, incluso llega a matar las plantas.
Como ya hemos dicho, la cantidad de fertilizante también hay que ir aumentándola, ya que la planta va a necesitar más nutrientes. Por eso en esta guía añadiremos también los valores de EC óptimos para cada semana.
CO2 en crecimiento
No es lo habitual hacer un aporte de CO2 al cultivo durante la fase de crecimiento. Pero hay ciertos casos donde también nos puede ser de gran ayuda el aporte de este gas, como en salas de madres y crecimientos prolongados.
El añadido de dióxido de carbono en crecimiento se suele empezar a hacer a partir de la 2 semana de crecimiento y no debe excederse de 400-600 ppm.
CO2 en floración
Normalmente se suele empezar a aportar CO2 al cultivo de marihuana a partir de la 2 ó 3 semana de floración. En la etapa de prefloración, donde cambia de crecimiento a floración, la planta pega su último estirón. Y a veces aportar CO2 en esos 10-15 días puede hacer que se nos descontrolen en tamaño. Esa es la razón por la que se empieza a añadir CO2 a partir de la 2ª semana de floración.
SEMANA | CO2 | EC | TEMP. |
2 | 600 ppm | 1,6 – 1,8 | 26 ºC |
3 | 800 ppm | 1,7 – 1,9 | 27 ºC |
4 | 1000 ppm | 1,9 – 2,1 | 28 ºC |
5 | 1200 ppm | 2,1 – 2,4 | 29 ºC |
6 | 1400 ppm | 2,4 – 2,6 | 30 ºC |
7 | 1500 ppm | 2,6 – 2,8 | 31 ºC |
El tope de CO2 lo establecemos en 1500 ppm. Habrás podido ver más tablas con valores que llegan hasta los 3000 ppm en las últimas semanas. Sin embargo, con valores por encima de los 1500 ppm las ventajas que suponen ese extra de CO2 son mínimas, ya que el cambio es prácticamente inapreciable. Lo cual supondría un derroche del CO2 en el cultivo.
De hecho, para que las plantas puedan aprovechar valores de 1500 ppm necesitaremos un buen Kit de iluminación en el cultivo, con una alta cantidad de PPFD.
Como se reparte el CO2 en el cultivo
En sistemas de Co2 el gas se guía a través de microtubos de plástico para ir dosificando el CO2 por partes iguales sobre el cultivo. Este se suele colocar en la parte superior de la sala para que el CO2 caiga directamente sobre las plantas. El CO2 pesa más que las otras partículas que hay en el aire, por lo que tenderá a depositarse en las partes bajas de la zona de cultivo.
Los ventiladores mueven todo ese aire y gas para que recircule por la sala y llegue a todas las plantas por igual. Una buena practica consiste en ir cambiando el medidor de CO2 a distintas partes de la sala para asegurarnos de la correcta dosificación del CO2 por todas partes.
¿Es peligroso el CO2?
El CO2 no es peligroso en valores normales, incluso en una sala de cultivo con inyección de CO2. Para que el dióxido de carbono sea peligroso, la concentración en el aire debería llegar a los 50.000 ppm. Eso sería más de 30 veces la concentración máxima que pueden asimilar las plantas de marihuana. Y más de 160 veces la cantidad de CO2 que hay en el aire.
Los humanos soportamos menos concentración de CO2 que las plantas. A partir de 1000 ppm podemos notar fatiga o dolores de cabeza. Pero es pasando los 5000 ppm es cuando empezamos a notar síntomas como nauseas, irritación o lentitud física y mental. Y con más de 70.000 ppm sufriríamos riesgo de asfixia.
Niveles máximos y mínimos de CO2 en el cultivo de marihuana
Si la cantidad de CO2 del aire ronda los 300 / 400 ppm, esa es la cantidad de dióxido de carbono que debe haber en el cultivo. Los extractores se encargan de sacar el aire viciado y traer nuevo, renovando los niveles de CO2 del cultivo.
Si disponemos de menos de 200ppm de CO2 en el cultivo, las plantas apenas serán capaces de realizar la fotosíntesis. Con la falta de CO2 se forma un bloqueo en la planta ya que no es capaz de producir los azúcares que necesita para su óptimo desarrollo. Ante esta situación, la planta reducirá su metabolismo para poder sobrevivir, deteniendo casi por completo sus funciones vitales.
Por el lado opuesto, hemos establecido una cantidad máxima a usar con las plantas de cannabis de 1500ppm. Valores por encima de 1500 ppm en el cultivo de marihuana aumentarán el consumo de gas sin apenas lograr mejoría en cuanto a producción.
Tipos de aportes de CO2
A la hora de aportar CO2 a un cultivo interior, podemos distinguir entre dos tipos de aporte de CO2. Los cuales podríamos denominar como un nivel medio y un nivel profesional. En el nivel medio encontraremos los sistemas de CO2 que hacen un aporte extra al cultivo, pero sin llegar a tener cantidades exactas de que concentraciones de CO2 aportamos. Mientras que en el nivel profesional todo está medido y a medida para cada etapa de la planta.
Hay sistemas de CO2, de nivel medio como hemos denominado, los cuales desprenden buenas cantidades de CO2 que aportan directamente al cultivo. Y mediante los ventiladores de la sala se esparce el CO2 por el cultivo. De esta manera se consigue aumentar el CO2 del ambiente y conseguir que las plantas trabajen más rápido para conseguir una mayor producción. Si bien los resultados con este método son notables, no llegan a ser tan sorprendentes como con un sistema más avanzado.
Los sistemas profesionales de CO2 son algo más costosos, ya que se necesitan varios componentes distintos para su correcto desempeño. Un sistema profesional para el CO2 al menos cuenta con; Medidor, controlador y fuente de CO2. De esta manera se consigue asegurar unos valores óptimos y estables en cada momento de las distintas fases del cultivo.
En este otro artículo tienes más información detallada sobre los distintos métodos para añadir CO2 al cultivo
Métodos caseros para generar CO2
Existen métodos caseros para generar CO2, aunque son más usados en otras cosas por su bajo aporte. Aunque muchos los hemos usado como iniciación para aportar co2 al cultivo. Los métodos para generar CO2 casero suelen ser económicos pero muy poco efectivos. Y cuando lo quieres hacer a gran escala para generar más Co2, acaba siendo más caro y menos eficaz que cualquier método ya prefabricado.
Azúcar y levadura
Es una de las formas de generar co2 de forma casera más conocida, aunque también es de las que menos co2 genera y lo de hacer de forma irregular. Esta reacción se da al mezclar azúcar, levadura y agua, lo que da lugar a una fermentación que genera CO2. Pero como ya hemos dicho, muy poco.
Bicarbonato y vinagre
Si mezclas bicarbonato sódico con una solución de base ácida como puede ser el vinagre o un ácido cítrico, se forma citrato de sodio y ácido carbónico. Este ácido carbónico se descompone en agua y CO2.
Hielo seco
Esta es una buena manera de aportar co2 casero a nuestro cultivo. Lo malo es la dificultad de encontrar hielo seco y almacenarlo en los ya saturados cajones del congelador. Pero el hielo seco es el estado sólido del dióxido de carbono, el CO2. Simplemente con dejar un trozo de hielo seco en el cultivo este irá cambiando de estado sólido a gaseoso desprendiendo una buena cantidad de co2 al aire. Con un trozo de 10×10 cms se puede conseguir llegar hasta casi 800 ppm en un armario pequeño de 60x60x140 cms.