La limpieza de tu armario o sala de cultivo juega un papel fundamental en el crecimiento óptimo de tus plantas de marihuana, por lo que mantener una rutina de limpieza constante maximizará el rendimiento y la producción.
No todas las salas de cultivo están preparadas para cultivar cannabis, los cultivos de interior presentan desafíos únicos, y por ello en el siguiente artículo te daremos algunos consejos para que mantengas tu zona de cultivo impecable.
Mantenimiento diario de la sala de cultivo
Para empezar deberás seguir un buen mantenimiento diario de tu cultivo, ya que de esta forma evitarás problemas a futuro. ¡No lo dejes pasar!
- Inspecciona de cerca las plantas
Observa de cerca las plantas todos los días en busca de señales de insectos o moho. Los cultivos de cannabis son susceptibles a los ácaros y la humedad de la habitación fomenta el crecimiento de enfermedades como el mildiu. Trata las plantas según consideres necesario con acaricidas y fungicidas.
- Mantén la sala libre de desechos
Retira las hojas muertas, la suciedad y el polvo de macetas, bandejas y mesas. Retira los desechos orgánicos fuera del cuarto de cultivo para minimizar las posibilidades de contaminación cruzada de los materiales vegetales en descomposición.
- Limpia rápidamente los derrames
La humedad residual afectará en el equilibrio de humedad de la habitación y fomentará el crecimiento de diversos hongos. También puede provocar problemas de moho ocultos en paneles de yeso, suelos y techos. Es por ello que te recomendamos que mantengas tu sala libre de charcos y humedades indeseadas.
- Práctica buenos hábitos de limpieza
Barrer y quitar el polvo todos los días reduce el polen de las plantas y otras partículas diminutas que comprometen la calidad del aire, el cual es un factor importantísimo para mantener un cultivo saludable. Además una limpieza diaria facilita el trabajo de los sistemas de filtrado de aire.
Limpieza semanal de la sala de cultivo
Además de una rutina diaria de limpieza de tu sala de cultivo, hay hábitos de mantenimiento que deberás realizar al menos 1 vez a la semana.
- Limpia el equipo y las bandejas
El cuidado semanal del equipo es una parte fundamental para mantener limpia la sala de cultivo. Remoja las herramientas en una solución de peróxido de hidrógeno al 3% o lejía diluida con agua. También puedes utilizar cualquiera de los dos productos para limpiar las bandejas.
- Esteriliza los sistemas de riego
Drena, limpia y esteriliza los tanques de agua, tuberías y todas las superficies del sistema de riego. Elimina el crecimiento de algas con una solución de lejía o peróxido de hidrógeno. Además, si dispones de un filtro de osmosis inversa, puede que sea el momento de cambiar alguna de las membranas.
- Revisa los filtros de aire
Revisa el sistema de extracción de tu sala de cultivo en busca de signos de desgaste. Además, comprueba que los filtros de entrada no estén obstruidos, ya que son los encargados de extraer todo el polvo y células innecesarias que están flotando por la sala.
- Inspecciona las paredes y los reflectores
Si utilizas material reflectante en las paredes, mira detrás de ellas semanalmente para evitar el crecimiento de moho.
Mantenimiento mensual para salas de cultivo
Los siguientes consejos deberás aplicarlos al menos una vez al mes para así mantener tu sala de cultivo impecable.
- Limpia la tela de los filtros de aire
Revisa mensualmente la tela de los filtros de aire por si necesitas lavarlos. La tela de los filtros a priori puede parecer limpia, pero en realidad acumulan contaminantes microscópicos en el aire que tienen un impacto negativo en el cultivo. Recuerda que los filtros se cambian con una media de uso de entre 18 y 14 meses, dependiendo de la marca.
- Limpia las fuentes de luz
Asegúrate de mantener limpias las luces de tu cultivo. Retira y limpia todas las bombillas y accesorios, baja los reflectores y limpia ambos lados. Recuerda que si realizas este trabajo de limpieza fuera de la sala de cultivo ayudarás a mantener una calidad óptima del aire interior y potenciarás la máxima reflexión de luz.
- Realiza inspecciones mensuales
Revisa las macetas y la tierra para detectar signos de crecimiento de moho. Mira debajo de las mesas y en las esquinas.Vigila de cerca las áreas y materiales adyacentes a tu sistema de riego.
- Esteriliza todo
Utiliza una solución de lejía o peróxido de hidrógeno para esterilizar todo, desde armarios de cultivo, reflectores hasta equipos y macetas sin usar. Esteriliza todas las superficies, incluidas paredes, suelos y puertas. Además, asegúrate de limpiar debajo de las mesas y los estantes. Si te quieres asegurar de desinfectar tus plantas y equipos al completo, puedes usar soluciones como Hydroliq Grow. Se trata de una mezcla lista para usar ideal para eliminar bacterias, virus, gérmenes, esporas y hongos. También lo puedes encontrar en su versión concentrada, lo que te permitirá convertir el agua del grifo en un desinfectante natural.
Acaba con las plagas
¿Has detectado la presencia de plagas en tu sala de cultivo? Entonces ha llegado el momento de acabar con ellas.
Para ello, te recomendamos el insecticida de descarga total AE de Protect Home, un producto que gracias a su nebulización automática podrás acabar con las plagas y todo tipo de insectos voladores, cucarachas, moscas, mosquitos, arañas, garrapatas, etc.
Modo de empleo:
- Selecciona y libera el espacio de la zona donde quieras aplicar el producto, para que pueda extenderse el producto perfectamente.
- Asegúrate de que no haya ningún animal doméstico en la sala, ni próximo a ella.
- Quita el tapón, presiona la válvula hasta el fondo y abandona la zona.
- Deja que el producto actué durante 24-48h por seguridad y para eliminar riesgos.
- Una vez transcurrido el plazo de seguridad, abre las ventanas y limpia la zona.
Otra de sus ventajas es el rendimiento del producto, podrás cubrir unos 100 m³ por cada bote. Además es inodoro y no deja rastro ni mancha.
Limpieza antes de empezar el cultivo de marihuana
Si tu espacio de cultivo está temporalmente fuera de servicio, ha llegado el momento de realizar una limpieza a fondo de nuestra sala de cultivo o armario.
Antes de empezar prepárate con todo el material necesario: esponjas y trapos de limpieza, escoba, cepillo, fregona, cubos, aspiradora, guantes, gafas protectoras, detergente, lejía, agua destilada, toallitas con alcohol, etc.
Desconecta la red eléctrica y saca todas las macetas y componentes que te puedan molestar. Lo único que puedes dejar conectado es el extractor de aire para que te ayude a eliminar el olor intenso de los productos de limpieza.
Ahora que ya tenemos todo el material preparado y el espacio despejado, ¡pongámonos manos a la obra!
- Empieza barriendo para eliminar la suciedad y los restos vegetales. Luego limpia con un trapo húmedo el techo del armario y paredes, y vuelve a barrer y fregar el suelo para dejarlo impoluto. Por último prepara un cubo de agua caliente con aproximadamente un 5% de lejía para limpiar bien el techo, las paredes y el suelo.
- Con una solución de agua y lejía al 10% tendrás suficiente para limpiar las macetas y contenedores. Recuerda prestar especial atención a las esquinas interiores y a los agujeros de drenaje. Si utilizas macetas textiles tan solo tendrás que meterlas en la lavadora.
- Para limpiar el sistema de iluminación pasa un trapo para retirar el polvo acumulado en los balastros y reflectores, para este último, lo ideal es utilizar una mezcla de agua y 3% de vinagre. Además, para los cables te recomendamos que pases una toallita con alcohol. Por último, revisa que las bombillas no hayan pasado las horas de uso (10.000 horas para las lámparas HPS y HM o 20.000 horas para bombillas LEC/CMH) y cámbialas por bombillas nuevas si es necesario. Te recomendamos utilizar un lúxometro para medir la intensidad de las bombillas desde que son nuevas para que no bajes más de un 10%.
- Desconecta ventiladores, intractores y extractores para comenzar con la limpieza del sistema de extracción. Retira las camisas pre-filtro y los filtros anti-insectos para asegurarte de que no haya agujeros, fugas ni juntas o bridas sueltas. Además, aprovecha para cambiar el filtro de carbono si fuera necesario, ya que de media para el cultivo de marihuana suelen durar entre 18 y 24 meses. Por último, si utilizas algún tipo de ozonizador, comprueba el estado de las placas cerámicas.
- Para la limpieza de un sistema de cultivo de alto rendimiento que utilice un sistema hidropónico o aeropónico, recomendamos utilizar una solución de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) para esterilizar el sistema. Para ello pon las piezas a remojo en una mezcla de 2 partes de agua por una (30%) de agua oxigenada y remata frotando un poco para eliminar los residuos restantes. ¡Recuerda utilizar guantes de nitrilo y gafas de protección para este tipo de limpiezas!
Ahora que ya sabes como mantener una buena rutina para la limpieza de tu sala de cultivo, comprueba que todas tus herramientas y componentes se encuentren en perfecto estado, y si es necesario renuevalas.