En esta variedad de flores CBD se encuentra un aroma increíblemente dulce, recuerda a los helados de nata y vainilla, hace honor a su nombre. Contienen menos del 0,2% de THC.
Disponible en envase de 3 y 10 gramos.
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Con este tipo de Flor tan meticulosamente cuidada no es de extrañar que los aromas que desprenden sean tan intensos y agradables.
Los cogollos son muy brillantes, una buena capa de tricomas los rodean con tonos verdes y morados de fondo. Resalta mucho la resina dorada y blanquecina que le dan un tono espectacular a las flores.
Toda una pasada de cogollos que parecen marihuana de la más alta calidad, en cambio no sobrepasan el 0,2% de THC, se respetan los valores legales y el producto desprende un olor que tira para atrás.
Son plantas muy cuidadas para elevar al máximo posible los niveles de CBD controlando siempre que no contengan efecto psicoactivo.
Los envases son de 3 y 10 gramos, además las flores que vienen en su interior son muy homogéneas, de un tamaño ideal y con una buena preservación para mantener sus características.
Cuando se rompe una de sus flores, un despliegue de terpenos se volatilizan aromatizando todo a su alrededor, con un olor dulce y tranquilizante.
Las notas de vainilla fresca predominan entre una amalgama de frutas cremosas con pinceladas terrosas a hash y un fondo intenso y denso que le da cuerpo al aroma.
Las hojas se quitan a mano para dejar una flor especialmente limpia de impurezas perfecto para su venta.
Además, en la nutrición de las plantas solo se utilizan abonos orgánicos de la más alta calidad, libres de OMG y metales pesados.
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