Esta aromática semilla de marihuana levanta las expectativas con una potencia sublime, con un efecto extraordinario por su porcentaje de THC cercano al 27%. Efecto mixto de altos vuelos con producciones que los grandes cultivadores agradecerán una barbaridad.
Con esta variedad se rompen todos los esquemas, una mezcla a tres bandas entre Pineapple, Tangie y Afghana. Estable, productiva, resinosa y muy potente.
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Lo más destacable de esta genética es su descomunal potencia junto a un aroma penetrante y duradero en el paladar distinguible desde la distancia, una vez que se prueba por primera vez se puede reconocer al instante en cuanto se huele.
Este híbrido con predominancia indica consigue atraer mucho la atención por sus cogollos blancos, plagados de deliciosa resina con una fragancia que ya quisieran muchos perfumes.
Sus cogollos gruesos, densos y de color oscuro pueden coger tonalidades moradas si se expone al frio cuando llega el fin de floración.
En el cultivo de interior reacciona muy bien, con una altura correcta que no suele sobrepasar los 110cm, no será un problema para salas con poco espacio desde el foco a las plantas. Los equipos de iluminación LED sacan lo mejor de esta genética, sobre todo cuando se utilizan espectros lumínicos precisos según la etapa en la que se encuentre la planta.
Con equipos de Sodio y LEC también se sacan grandes producciones y con mucha calidad, se necesitarán muchos Vatios de potencia para alcanzar las cifras estimadas que produce esta planta.
En interior llega a acumular más de 600 gramos por metro cuadrado sin demasiadas complicaciones, pero en cultivos de exterior se desarrolla con una bestialidad de producción.
Para conseguir cifras de más de 1,5Kg por planta en exterior, precisa de mucho tiempo para el periodo vegetativo además del suficiente sustrato y una alimentación plena. Usar líneas de productos completas aumenta las posibilidades de llegar a la potencia y producción máximas que esta planta puede llegar a expresar.
La fecha de corte es muy breve, solo necesita de una media de 58 días desde el comienzo de la floración para terminar el ciclo, en exterior puede cosecharse para finales de septiembre más o menos.
Su aroma es cautivador, sorprende por ser muy duradero en la nariz y boca, se agarra fuerte al paladar una vez se prueba.
Los matices a naranja y piña hacen de las suyas jugando con los sentidos, un dulce caramelo con toques de petroleo a mandarina y un ligero gusto terroso que en su combinación crean un brebaje tropical espectacular.
En salas de cultivo puede que sea preciso colocar filtros para el olor, sobre todo desde su entrada de floración.
Pero no solo el sabor y olor son lo más destacable, la potencia que tienen es abrumadora.
Tropical Piña contiene hasta un 27% de THC, sus tricomas modifican el estado mental sumando sensaciones relajantes a la vez que creativas, con una desinhibición de la realidad que puede ser excesiva para gente con poca tolerancia.
Una amalgama de ideas pasarán por la cabeza que pueden saltarse la racionalidad y pasar a un plano psicotrópico excepcional.
Gracias a su potencia y aroma puede usarse para conseguir concentrados especialmente productivos y con unos matices únicos que llamarán sin duda la atención.
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