Estimuladores de raíces

El estimulador de raíces es un producto esencial para asegurar un desarrollo saludable de tus plantas. Diseñado para potenciar el sistema radicular, este fertilizante especializado ayuda a que las raíces crezcan fuertes, sanas y en abundancia, marcando la diferencia entre un cultivo exitoso y uno con dificultades.

¿Por qué es importante un estimulador de raíces?

Las raíces de las plantas tienen una importancia vital en su desarrollo. Estas pueden marcar la diferencia entre una planta que se desarrolla en todo su esplendor a otra que simplemente lucha por sobrevivir.  Las raíces son el corazón del desarrollo de las plantas. Son responsables de absorber agua y nutrientes, lo que garantiza su crecimiento, salud y producción.

Con un estimulador de raíces, las plantas desarrollan defensas naturales más fuertes, consiguen una mejor nutrición y floración, además de una mayor resistencia contra enfermedades y producciones más altas.

Beneficios de usar un estimulador de raíces

• Mejor absorción de nutrientes: ayuda a que las raíces aprovechen al máximo el agua y los fertilizantes.
• Defensas reforzadas: protege las raíces contra enfermedades y agentes patógenos.
• Desarrollo radicular abundante: promueve la formación de nuevas raíces durante todo el ciclo de vida de la planta.
• Mayor salud general: las plantas con raíces fuertes crecen más rápido y producen cosechas de mejor calidad.

Las raíces de las plantas se pueden comparar con el corazón de las personas en cuanto a importancia se refiere. Cuanto más sanan estén más beneficios obtendrá la planta. Estas contarán con más defensas, con una mejor nutrición y una mejor floración. Es decir, en general con una mejor salud.

Un estimulador de raíz solo ofrece ventajas

Con la aplicación de estimuladores de raíces, las plantas asimilan mucho mejor los nutrientes y activan automáticamente la defensa bacteriológica del sustrato. Consiguiendo así una protección extra contra los distintos tipos de enfermedades provenientes de las raíces.

Es importante recordar que los estimuladores de raíces se deben aplicar cuando las plantas ya tengan raíces, aunque sea la primera.

¿Cómo usar un estimulador de raíces?

La forma de uso es bastante sencilla. Se debe mezclar en el agua de riego la cantidad de fertilizante indicada por el fabricante por cada litro de agua, remover la mezcla y regar. Por ejemplo, si regamos con una regadera de 5L y el fabricante nos dice de echar 1ml por cada litro de agua, tendremos que echar 5ml de estimulador de raíces.

Eventualmente, y cuando las plantas están más grandes y tienen más follaje, también se puede aplicar el estimulador de forma de pulverización. Las plantas absorben muy bien los nutrientes por las hojas, dándoles aún en crecimiento un fuerte empujón a las raíces.

¿Cuándo se usa el estimulador de raíz?

Un estimulador de raíz es el primer abono que se les puede echar a las plantas. Es un abono con una carga baja de nutrientes, pero muy efectivo a la hora de ayudar a formar la masa radicular de la planta. Este se empieza a echar cuando la planta ya ha nacido (germinado) y está plantada en su sustrato.

Por norma general los estimuladores radiculares se utilizan en las primeras semanas de vida de la planta y durante la fase de crecimiento en el cultivo de marihuana y otras muchas plantas. Estos suelen venir en formato líquido para mezclar con el agua de riego. Aunque también podemos encontrar algunos estimuladores sólidos para disolver en el agua o mezclar en el sustrato. Aún así, los más usados son los líquidos.

Tipos de estimuladores de raíces

Los estimuladores de raíces están disponibles en varias presentaciones:

• Líquidos: fáciles de usar y los más comunes. Ideales para mezclarse con agua de riego.
• Sólidos: para mezclar con el sustrato o disolver en agua, aunque menos habituales.
• Hongos, bacterias y micorrizas: Vida orgánica que beneficia a las raíces

Mejora tus cultivos con estimuladores de raíces

El uso de un buen estimulador de raíces es clave para el éxito en el cultivo de marihuana o cualquier otra planta. Desde su aplicación temprana en la etapa de crecimiento hasta el final del ciclo, garantiza una estructura radicular fuerte que se traduce en plantas más vigorosas y productivas.